La famosa compañía de antivirus Avast ha sido tema de conversación en estas últimas semanas. Se trata de una empresa que ofrece a los usuarios la posibilidad de instalar antivirus de forma gratuita en sus ordenadores. Este tipo de antivirus ofrecen, por lo general, una protección bastante básica contra agresiones que pueden sufrir los sistemas de información. Sin embargo para muchos usuarios estos niveles de protección son suficientes de acuerdo a al nivel de riesgo asumible.

El concepto de gratuidad hoy en día deja siempre mucho que desear y poco en lo que confiar. No dejamos de sorprendernos cada vez que un cliente nos plantea que la competencia le ha ofrecido, por ejemplo, servicios de asesoría en protección de datos gratuitos, o a un precio ridículamente ajustado. Ciertamente el mercado es libre, pero es innegable que las horas de los profesionales cuestan, y que todos necesitamos hacer la compra en el supermercado.

Avast, por su parte, ha recurrido a una aparente gratuidad, mientras utilizaba la información de sus clientes extraída de los ordenadores en los que se descargaban los antivirus, para vender a terceras empresas los datos obtenidos. La información es el petróleo de la modernidad, decía un compañero, y no le faltaba razón. Esta compañía es posible que haya obtenido mayores beneficios vendiendo información que facturando anualmente por sus servicios de antivirus. Aunque la compañía ha pedido perdón públicamente por esta actuación, los usuarios afectados no han visto resarcido el daño causado hasta el momento.

La protección de datos a coste cero es ilegal, y a 20 € es un poco más de lo mismo. Los antivirus gratuitos difícilmente lo serán, salvo que se trate de una ONG o una acción verdaderamente altruista, cosa que en el 2020 vemos complicado de encontrar. 

El consejo del equipo de profesionales de Umbra Abogados a los usuarios es que desconfíen de los servicios gratuitos, que lean las condiciones contractuales y la letra pequeña, especialmente cuando los servicios contratados suponen un acceso a la información de su empresa, o a su información personal.

Lilliam Valenzuela

Delegada de Protección de Datos

Socia en Umbra Abogados

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