Los establecimientos sanitarios tienen acceso, en su actividad diaria, a una gran cantidad de datos que merecen especial protección con el objetivo de preservar la intimidad de los pacientes. Las ópticas, en su consideración de “establecimientos sanitarios” y, como el resto de sus hermanos (farmacias, botiquines, ortopedias, centros de audioprótesis), tratan datos de categorías sensibles de manera sistemática y habitual, concretamente datos relativos a la salud visual de sus pacientes.

Nuestra compañera Beatriz Valle, asesora jurídica de Umbra Abogados, analiza en la revista especializada Optimoda cómo las ópticas deben tratar adecuadamente los datos personales que tratan.

Puede leer la tribuna completa en este enlace

 

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